El pueblo conquense con cascada y estanque con patos (y que no son de goma)
Porque te mereces algo de naturaleza esta semana, ¿verdad?
Algunas veces me preguntan qué pueblo ver en la provincia de Cuenca que sea bonito, que tenga un entorno chulo y se pueda pasar, por lo menos, una jornada.
«¡¡¡Una jornada nada más!!!», exclamo yo siempre.
Hay unos cuantos pueblos, cierto, y de los que te hablaré en próximos artículos, pero…, en este que te voy a describir… «¡Me empadronaría aquí si pudiera!».
Instintivamente me sale siempre su nombre y sus alrededores, sobre todo porque rompe con ese «efecto arrastre» que lleva a tantos turistas a lugares emblemáticos —y saturados en determinadas fechas— de la Serranía conquense.
Pero, fundamentalmente, porque le tengo un cariño especial y logra concederte siempre ese punto de tranquilidad tantas veces alterado en nuestro día a día.